La verdadera grandeza de una nación se mide por el civismo de sus ciudadanos, ya que es la base de una sociedad justa y equitativa, que como ecuatorianos nos lleva a sentirnos orgullosos de nuestra nación.
Sin duda alguna, el civismo es una manifestación
de respeto; ver flamear nuestra bandera tricolor nos llena de mucho regocijo e
inspiración, gracias a aquellos líderes que dieron su vida por darnos un futuro
a pesar de que no nos conocían.
Desde muy pequeño, al ecuatoriano, se le enseña a
amar y a abrazar los símbolos patrios. Todos estos valores son una constante
preparación para después de unos años, cuando cursen el tercero de
bachillerato, decir "Sí juro" ante nuestra bella bandera.
Cada 26 de septiembre, todas las instituciones
educativas del país se engalanan para rendirle homenaje a aquel manto amarillo,
azul y rojo, un símbolo de que todo es posible y con un gran trasfondo de
trabajo duro de aquellos héroes sin capa, que lo que más anhelaban era nuestra
libertad.
Es importante que, como ecuatorianos, siempre reconozcamos el significado de este día, que no es solo besar una bandera, sino es hacer conciencia y recordar todo por lo que nuestros antepasados lucharon… todo por ver un Ecuador libre de ataduras.
Entonces, queridos hermanos ecuatorianos, por
ellos y por nosotros, seamos la luz en el mundo y hagamos del civismo nuestra
norma.
![]() |
Abanderados y Escoltas de la Primera Promoción UECA |
Artículo escrito por Zachary Tutiven y Hade Pineda de 2do
año de bachillerato técnico en informática.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario